Layth Taylor - A la captura de la cacería

Cómo el legado de un padre abrió la puerta para tener posibilidades ilimitadas.

A los 24 años, Layth Taylor de Granbury, Texas ya había tachado algunas cosas de su lista de pendientes antes de morir. En primer lugar, se volvió el fotógrafo que siempre quiso ser y, en segundo lugar, ha vivido todas las primeras veces en el mundo de la cacería. Sin embargo, una cosa no hubiera podido suceder sin la otra y todo comienza con el amor profundo que un padre le tuvo a su hijo y el legado que dejó.

Layth Taylor

@capturingthehunt

Inicios modestos

Layth Taylor tiene dos pasiones: la fotografía y la cacería. A los 24 años, ya cuenta con un amplio bagaje de experiencias, que no existiría sin la motivación temprana y continua de su difunto padre.

Fue alrededor de su época en la preparatoria que Layth se interesó en el oficio. “Mi papá siempre nos animaba a hacer cosas”, recuerda. “Mi papá influyó de manera importante para que me comprara una cámara”. Layth aprendió por su cuenta las funciones básicas de la cámara a través de YouTube y, en su último año en la preparatoria, se inscribió en una clase de fotoperiodismo, en la que su maestra notó que tenía talento real. “Mucho de mi material se publicó en el periódico escolar”, dijo. “Ella vio mi potencial y cuando me daba asignaciones me decía: «Sé que puedes capturarlo, así que ve y hazlo»”. Así es como obtuvo experiencia de primera mano en la fotografía de acción, pues principalmente tomaba fotos en graduaciones y partidos de equipos deportivos escolares. Después de graduarse, continuó con esta pasión durante la universidad, donde siguió tomando fotografías de eventos deportivos en vivo en el campus y, con el tiempo, se volvió parte del club del anuario.

Para el otoño de 2015, su padre había fallecido, pero su presencia era tan fuerte como siempre. Layth continuó con un pasatiempo que adoraba y, en la Navidad de ese año, recibió su primera cámara profesional. “Para esa Navidad, mi mamá quería darnos algo grande y especial, pues mi papá era muy generoso con los regalos”, dijo. “Siempre nos sorprendía con un regalo grande en Navidad, así que mi mamá guardó algo de dinero y yo pude comprar mi primera cámara de formato completo”. A partir de ese día, su relación con la cámara se tornó más seria y comenzó a trabajar en la fotografía de tiempo completo. Bodas, iglesias, revistas, artículos: lo que fuera, lo hacía. Las oportunidades seguían llegando.

Su pasión dio un giro cuando obtuvo su primer revólver cerca de noviembre de 2019. Le encantaba pasar tiempo al aire libre y estaba resuelto a usarlo en un pasatiempo nuevo: la cacería. “Crecí al aire libre. En realidad, no crecí con la cacería, pero sí pescaba, hacía caminata, escalaba y andaba en patineta”, explicó Layth. Ahora tenía la oportunidad de emprender un nuevo deporte al aire libre y rápidamente comenzó a escuchar podcasts, algo que suele hacer cuando comienza con un pasatiempo nuevo. De pura casualidad, un día escuchaba un podcast cuando mencionaron algo acerca de un grupo de cacería que incluía a un fotógrafo. Una chispa se encendió en él y le dio la idea de hacer lo mismo.

Una semana después, comenzaron sus aventuras en la cacería. Tuvo oportunidades tanto de participar en la cacería con amigos como de formar parte de la grabación de una serie sobre la cacería para la televisión. Una de estas series fue Adaptive Pursuits, un programa de televisión realizado por la North American Association of Blind Sportsmen (Asociación Norteamericana de Deportistas con Debilidad Visual), que consistía en llevar a personas totalmente ciegas o legalmente ciegas para que hicieran actividades fuera de su zona de confort, como la cacería.

En sus planes nunca estuvo realizar videos. De hecho, dice que pasó la mayor parte de su tiempo tratando de evitarlo, especialmente cuando se trataba de bodas. Pero gracias a que tuvo a las personas correctas a su alrededor y enseñándole todo lo que sabe, además de los lugares para la cacería en los que tiene que grabar, no lo cambiaría por nada.

En tan solo un año, pudo cazar muchos animales, como venados, grullas de los pantanos, zarcetas, patos y coyotes, y no muestra señales de detenerse. Cuando le preguntamos qué tipo de cacería le gustaba más, respondió: “Para mí, la mejor cacería de todas es la cacería de primeros depredadores. Me encanta la cacería de depredadores”. Luego dice que le sigue muy de cerca la cacería de patos. “Hay más oportunidades de contar historias con la cacería de patos, eso es seguro”, explicó. ¿Qué sigue en su lista? Cazar en Alaska y Canadá. “Ya viví todas mis primeras veces en la cacería. Ahora se trata de ir por lo que realmente quiero cazar”, dijo. ¡Estamos ansiosos de ver las fotografías que tomará en esos lugares!

Su experiencia con Can-Am sin duda inició mientras cazaba. Ha tenido la oportunidad de cazar dentro y sobre el Can-Am Defender Lone Star y le encanta. “Me ha tocado usarlo y estar en él incontables veces”, dijo Layth. “Lo hemos llevado por toda Texas”. Luego de usar muchos otros vehículos, no duda en compartir sus ideas con entusiasmo acerca de lo mucho que le gusta el vehículo, pues dijo “Se los digo a todos: no importa si quieres ahorrar, Can-Am es el que tiene menos complicaciones”. Incluso se fue en él a un concurso de cacería de 24 horas, lo que demuestra cuánto confía en el vehículo para hacer las cosas.

Mientras más equipo tengas, mejor será la cacería

Al cazar con un Can-Am Defender, los accesorios son clave. En muchas de las fotografías de cacería de Layth incluso pueden verse los accesorios personalizados que se usaron en el vehículo. Debido a que es mucho el equipo que hay que llevar al salir, los accesorios prácticos como las canastillas y las redes siempre resultan útiles. Incluso los accesorios como los parabrisas y los parachoques son útiles para hacer que toda la experiencia al aire libre sea más segura y más cómoda. Además, hay que admitirlo, ¡es digno de fotografía que un vehículo esté totalmente equipado en un entorno de cacería!

Ya es parte de la familia

Aunque aún no tiene su propio Can-Am, Layth aprecia todo lo que ofrece. Si por él fuera, compraría el mismo vehículo de 6 asientos que ha usado en sus cacerías. “Cuando llegue el punto en el que podamos comprar nuestra propia casa, eso es lo que quiero”, dijo. “Seguro ahorraré para un Can-Am”. ¡Incluso su esposa e hija están de acuerdo! De hecho, la última vez que su hija Mia, de 2 años, estuvo cerca de un Can-Am, se emocionó mucho no solo por ir como pasajera, también por poder conducirlo. “Al principio, mi amigo la sentó en uno de los asientos, pero ella dijo ‘no’ y se sentó en sus piernas”, recuerda Layth. ¡Suena a que será otra conductora de Can-Am en el futuro!

En la mira

La combinación de talento y pasión con la que cuenta Layth no pasa desapercibida. Estamos seguros de que habrá muchas aventuras esperándolo en el futuro. Puedes seguirles la pista a Layth y a sus fotografías sobre la cacería en su cuenta de Instagram @capturingthehunt.

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