El árbol genealógico de los Crochet está lleno de viticultores.
Xavier Crochet representa la séptima generación Crochet de viticultores, que viven de la tierra. Era inevitable: la viticultura corre por las venas de la familia Crochet. Xavier afirma que también estaba “un poco obligado” retomar el viñedo.
Primero, intentó con otras cosas. “Traté de retrasar el momento, por lo que me dediqué a estudiar”, cuenta. Crecer es un poco eso: alejarse de la única vida que conocemos para volver una vez que hemos madurado y estamos listos.
“En el fondo, sabía que iba a retomarlo”, asegura Xavier. “Ya lo decía desde pequeño”.
Tarde o temprano, los hijos de la pareja, Louise, de 16 años, y Pierre, de 14 años, heredarán G. X. Crochet (si lo desean). El instinto maternal de Gaëlle aflora: “No los obligaremos a que se hagan cargo”, señala. “Pero, sin dudas, si nos dicen que quieren tomar las riendas, haremos todo lo posible para ayudarlos”.