Nacido para ser vaquero y forajido
Chase se siente en casa en la zona rural del sureste de Arkansas, donde vive con su esposa Nicole y sus dos hijos. “He estado por todo el mundo pero vivo en el lugar perfecto, aquí en el sureste de Arkansas”, dijo, “para ser un chico del campo”.
Cuando conoció a su futuro marido, Nicole estaba desconcertada. “No puedo creer que alguien haga esto, que alguien se someta a esto”, dijo.
Muy pronto se dio cuenta de que enfrentarse a tanto peligro en el ruedo y superar las lesiones lo hicieron una mejor persona. “Ser un vaquero es un estilo de vida. Es algo más que solo montar, se trata de esfuerzo y compasión”, dice Mike Richard, un amigo de la familia. “Enseña responsabilidad, enseña el valor de la vida”.
Él es un campeón en la vida y en montar toros.
Ser un chico del campo significa vivir y sobrevivir de esta tierra. Esté lesionado o no, Chase gestiona la granja familiar y cuida de los animales.Eso es lo que mantiene su mente alejada de las lesiones. “La vida no se detiene solo porque tuviste una cirugía o porque estás lesionado. Siempre tienes que seguir adelante”, dice.
Eso es lo que hace Chase todos los días: trabajar en la granja e inspirar a las personas para que vivan a su máximo su potencial. Lo más importante para él es transmitir su conocimiento a la siguiente generación de jinetes de toros. Él y Nicole organizan rodeos a nivel local para los jinetes aspirantes y Chase siempre está dispuesto a participar e ir más allá.
Entre los jinetes profesionales de toros, incluso la nueva generación considera a Chase como una historia de éxito que se debe admirar. No es algo que él tome a la ligera. “De eso se trata, de ayudarnos unos a otros. Y ayudar a alguien a que mejore te ayudará a mejorar a ti”, “Siempre esfuérzate para mejorar, para mejorar a la gente a tu alrededor”.
¿Los jinetes de toros se jubilan en algún momento?
En tanto viva, Chase conservará viva la tierra y predicará las virtudes de esta vida a su familia. “Si no le mostramos a nuestros hijos cómo hacerlo, entonces, antes de que nos demos cuenta, nadie lo sabrá”, dice.
Chase lucha cada día de su vida para darle a su familia “mucha tierra qué trabajar, recorrer y en la que puedan ser libres”. En resumen, desea que sus niños sean niños. “Esto es lo que un niño necesita”, dice, “tener animales y aprender las responsabilidades de sus acciones”.
Solo quiere ser feliz como jinete de toros, esposo, padre, granjero, líder y vaquero.