Star está orgullosa del trabajo realizado por ella y su esposo. "Nos costó mucho llevar a la empresa a donde está hoy", comenta. "Pero es un trabajo gratificante".
Luego, transfirieron la empresa a sus hijos porque, según ella, necesitaban el aporte de los jóvenes.
Para Star y sus hijos, el futuro pasa por la próxima generación de niños Absolom que ve cómo avanza la compañía. Pero Ben no opina sobre esto, ya que no quiere ejercer una presión innecesaria sobre ellos. "No podemos controlarlos, tenemos que dejar que hagan lo que quieran", comenta. "De esta manera, si vuelven, es porque realmente quieren estar aquí y, supongo, retomar el testigo".
Pase lo que pase, el futuro de la granja es prometedor. Al igual que el de la familia.